EL ESPIRITU SANTO DA VIDA A LO QUE ESTABA MUERTO
Constantemente, en los capítulos 14, 15 y 16 del evangelio de Juan, Jesús anunció a sus discípulos que no estaría más en cuerpo con ellos. El dijo “salí del Padre y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y voy al Padre” (Jn 16:28, 16:16, 14:19) pero no se iría sin antes anunciarles la promesa del Espíritu Santo. Él es:
¾ El Consolador: Jesús les dijo a sus discípulos (Jn
14:1,27) “No se turbe vuestro corazón…”,
porque no estaría más con ellos en cuerpo, no solo por la aproximación de su
crucifixión, sino también a causa de que ellos padecerían persecución (Jn
15:20) “…si a mí me han perseguido,
también a vosotros os perseguirán…”, es así que promete no dejarlos
huérfanos (Jn 14:18) sino con el Espíritu Santo. El seria quien les animaría y
fortalecería (Jn 16:20).
ü El Aliento de Vida. Jesús habló a sus
discípulos de las cosas que les sobrevendrían: persecución, muerte, rechazo, etc.
“…el mundo los aborrece” (Jn 15:19),
aun así, el Espíritu les vivificara y resucitara como resucitó a Cristo (Jn
14:2, 16:21) “…porque yo vivo, vosotros
también viviréis.” (Jn 14:19)
ü El Maestro: “…Él les enseñara todas las cosas y les recordara todo lo que les he dicho” (Jn
14:26) la tarea sigue y, es por eso, que debemos seguir siendo instruidos en la
verdad. Él es el Maestro que abre nuestro entendimiento, así como hizo Jesús
con sus discípulos “…él os guiará a toda
la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Jn 16:13)
ü El Testigo y Espíritu de Verdad. “…El Espíritu de verdad el cual procede del Padre, el
dará testimonio acerca de mi” (Jn 15:26). Él nos llena de valor para ser testigos de
Cristo, nos guía para anunciar las buenas noticias de vida.
El Espíritu Santo hace la obra más
maravillosa de evangelismo, convence al mundo de pecado, justicia y juicio (Jn
16:8)
·
Pecado: El mundo
se niega a creer en Jesús
·
Justicia: La Ley
demanda condenación al que no cree en Jesús y liberación al que cree en El.
·
Juicio: El
príncipe de este mundo (el diablo) y todos sus seguidores ya han sido juzgados
y condenados.
El Espíritu Santo ha sido dado a la
Iglesia para enseñarle a conocer la voluntad de Dios y capacitarle en el
discipulado a las naciones, como escribió Robert (2003),
El
Espíritu Santo fue dado de acuerdo con la promesa de Cristo, para dar poder
para testificar en un mundo hostil, para traer la presencia de Cristo, para dar
comunión y fortaleza y para dar la dirección de Cristo (p. 11)[1]
[1] Robert A.
Baker (2003). Compendio de la Historia Cristiana. Editorial Mundo Hispano.
Comentarios
Publicar un comentario