EDUCACIÓN NO REAL
Las tecnologías en la educación han
jugado un papel preponderante en estos tiempos, de tal manera que ha desplazado
las aulas de clase por aulas virtuales. Pero ¿Qué es eso de lo virtual? Lo
virtual es algo no real, en el diccionario de la real académica española es
definido lo virtual como “no real”[1]
Lo no real está tomando gran
importancia en esta época, tanto que la educación se ha vuelto algo virtual, en
donde se está pensando en plataformas virtuales, aplicaciones y otro montón de
herramientas no palpables, aparentes y engañosas.
Keneth Delgado, doctor en ciencias de
la educación y docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, escribió
“En la selección de una plataforma, lo primero que podríamos plantearnos es:
¿cuáles debieran ser los criterios a tomar en cuenta para seleccionarla de tal
manera que promueva un aprendizaje significativo y colaborativo?”. Esta
pregunta es muy precisa y aún más en estos tiempos en donde se están haciendo
uso de distintas plataformas tecnológicas.
Las plataformas digitales tienen que
permitir un trabajo colaborativo, es decir, uno en que haya interacción entre
los estudiantes, para que haya colaboración, pero se está viendo lo contrario,
que en vez de ser un puente de apoyo es un pasadero que produce mayor
distanciamiento entre las personas. No es funcional la educación virtual a
menos que promueva un desarrollo integral, porque la educación es formación,
pero la formación no se puede dar sin una interacción presencial.
¿ADICTOS
AL CELULAR?
El celular es una herramienta
tecnológica que carece de carácter moral es decir que no es mala ni buena,
aunque puede ser útil, y el uso que se hace de la misma si tiene un peso moral,
por esa razón el problema no es la herramienta sino la utilidad que se le da a
la misma. Si se trata a una herramienta como si fuera una necesidad dejará de
tener buena utilidad, será como nubosidades en el camino, no permitirá ver el
lugar por transitar.
Los
celulares tenían una función principal, recibir y hacer llamadas, como un
teléfono fijo, pero a diferencia de este, la persona podía movilizarse porque
lo llevaba consigo, por lo que se conocía como teléfono móvil. Pero a medida
que han pasado los años han adquirido más funciones, convirtiéndose en más que
un teléfono en un computador pequeño que puede ser llevado a todas partes, en
donde aparentemente puedes tener lo que quieras: una amistad (redes sociales),
domicilios, banco, colegio, universidad, hasta la misma “iglesia”.
La
llegada del internet ha cambiado muchas costumbres alrededor del mundo, para
bien o para mal, aunque más para mal que para bien, porque ha convertido a un
mundo más indiferente a la realidad y dependiente de un aparato tecnológico. Es
triste ver como las personas se matan por un celular, se quitan la vida por lo
que ahora llaman ciberacoso o ciberbullying, se quedan horas y horas
hipnotizados al frente de una pantalla, hasta pueden pasar años, muriendo
lentamente al frente de una herramienta que había sido pensada, algún día
atrás, para unir en vez de separar.
“Todas las cosas me son lícitas, pero no
todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré
dominar por ninguna.” 1 Corintios 6: 12
(LBLA)
El
Señor Jesucristo vino a traer libertad a las almas cautivas del pecado, esa
libertad para que podamos decir no a lo que quiere dominarnos como podría ser
un celular. No es que el celular tenga un carácter moral negativo sino el
problema radica en la persona que se deja dominar por este, así pasa con la
marihuana, nunca se podrá erradicar el uso ilegal de la marihuana mientras se
siga atacando a la planta, porque el problema no es la planta de la marihuana
sino el hombre pecador que la usa para fines perversos.
Si
tienes problemas con el celular, el problema eres tú no tu celular, entonces
reconoce delante de Dios tu pecado, el cual solo puede ser erradicado por medio
del arrepentimiento y la fe en Cristo Jesús.
“… ¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten
misericordia! ...” Salmos 57: 1 (NTV)
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