SOLO UN CREADOR
Camilo era un niño de 13 años que vivía con su madre, pues
su padre había muerto y sus hermanos se habían casado. Camilo empezó a sentir
un deseo muy fuerte de conocer y saber todas las cosas, él decía – encontrare la respuesta a todos los
secretos de la ciencia, al motor que hace funcionar al universo- . Camilo
empezó a ver lo que le rodeaba, y al momento meditaba en ello, cuestionándolo;
seguía así su confusión hasta llegar a indagarse por el origen del hombre y le
preguntó esto a su madre, quien le contesto sin pensar - del mono - con argumentos que había escuchado acerca de la
evolución, aun así no le parecía lógico a Camilo y altercó sobre el umbral de
los monos , hasta que llego con razonamientos a un punto donde encontró que la
respuesta a sus preguntas eran la nada , pero no le convencía esta respuesta
pues sabía que de la nada, nada sale.
Camilo fue solo a caminar por la calle meditando sobre la
vida. -¡CRISTO VIVE! , tu Creador vive el cual recogió
polvo de la tierra y con aliento de vida formó al hombre a su imagen y
semejanza -, decía un joven a un señor de edad ya avanzada. Camilo escuchó
esto, comprendió que estas palabras eran para él, entendió rápidamente que no
tenía sentido seguir buscando respuestas a sus preguntas, porque Jesús es la
respuesta a todas sus preguntas, Dios es su creador. Camilo entonces pensó- no entiendo porque muchos científicos y
biólogos dicen que el hombre evolucionó de un mono-, luego Camilo leyó una
Biblia que tenía en su casa y reflexionando empezó a tomar nota. Lo que
escribió fue lo siguiente:
“les digo a esa gente que
creen en la teoría de la evolución que de los monos siempre han salido monitos, y que yo no salí de una
cucaracha ni de una rata y menos de un mono, solo mira al cielo y a tu
alrededor y veras que SOLO UN CREADOR creo todo lo que ves…tan perfecto y
hermoso. Solo El da respuesta a tus preguntas por medio de su palabra: LA
BIBLIA“.
Luego Camilo levantó su voz, diciéndole al Señor con
lágrimas en sus ojos:
“PERDON
CRISTO. HE PECADO, CONTRA TI HE PECADO, te ruego que me aceptes como tu hijo,
reconozco que viniste al mundo a salvarme sin yo merecerlo. Gracias Padre por
salvarme”
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