EL QUE SE CREA FIRME…
No se necesita mucha
levadura para leudar toda una masa de hacer pan, ese pan leudado que no es
saludable sino engañoso es semejante a la vida de una persona que se ha dejado
llevar por doctrinas humanas contrarias a la voz de Dios, por esta razón es necesario permanecer
firmes, como dice Gálatas 5: 1 “Estad,
pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra
vez sujetos al yugo de esclavitud.”
La realidad es
verdad, pero todo aquello que no es real, aunque parezca muy real, es una
mentira, es de esta manera que una persona que parece estar firme, pero no lo está,
vive en un engaño del que tarde o temprano se descubrirá. En cuanto a la fe en
Cristo se conoce a una persona que en verdad está firme en el Señor a través de
las pruebas y diferentes circunstancias que dan cuenta del lugar en el que se
encuentra su corazón.
“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también
vuestro corazón.” Mateo
6: 21
Charles
Templeton (1915-2001) fue un hombre muy conocido en los años 1950 en Canadá,
Estados Unidos y parte de Europa, por ser uno de los primeros evangelistas
presente en medios de comunicación como la televisión. Aunque el, supuestamente
había entregado su vida a Dios, con una muy buena oratoria, poco tiempo después
negó y rechazo su fe en Cristo. Esta historia hace recordar a uno de los
hombres que estuvo más cerca de Jesucristo durante su ministerio sobre esta
tierra, Judas, más conocido como el traicionero Judas.
Estar firmes es
muy diferente a creerse firme, así como ser cristiano es muy diferente a
creerse cristiano, “por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que
caiga.” 1 Corintios 10: 12. No es solamente escuchar la Palabra de
Dios, leer la Biblia o hacer estudios teológicos sino se trata de algo mucho más
profundo, de andar en un camino que en vez de codiciar lo malo o murmurar busca
cultivar una relación reverente ante Dios, procurando agradarlo en todo, deseando
su voluntad antes que la propia.
“Sed hacedores de la palabra y no tan solamente
oidores, engañándoos a vosotros mismos. Si alguno es oidor de la palabra
pero no hacedor de ella, ése es semejante al hombre que considera en un espejo
su rostro natural; él se considera a sí mismo y se va, y pronto olvida
cómo era.” Santiago 1:
22-24
No es posible
seguir el camino de santificación que Dios ha preparado para nuestras vidas sin
reconocer nuestra incapacidad ante Dios de aun andar en este camino, por lo
tanto la carrera que tenemos adelante es posible correrla solamente en Cristo.
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