JESUCRISTO MI CONSTRUCTOR
Como
vimos anteriormente nuestro principal problema desde que empezamos a vivir es
que queremos construir nuestra vida a nuestra manera y aunque cometemos muchos
errores no dejamos de seguir construyendo en nuestras propias fuerzas. Lo
irónico de esto es que cuando nos metemos en problemas nos acordamos que existe
Dios y clamamos su ayuda, aunque siempre
viene y nos auxilia, pronto nos volvemos a olvidar de Dios y seguimos
construyendo nuestra vida como mejor nos parece. Error tras error, muchas
personas nunca le dan a Jesucristo el papel como constructor de sus vidas.
Para que
Jesucristo sea su constructor usted debe tener en cuenta lo siguiente:
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Creer
quien dice ser (Éxodo 3:14, Juan 14:6). “Jesús le dijo: yo soy el camino, y la verdad y la vida;
nadie viene al padre, sino por mí”
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Creer que
puede hacer lo que hará: (Lucas 19:10; Hechos 4:11-12) “Por qué el hijo del
hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Este Jesús es la
piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza
del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
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Ajustar
su manera de pensar a la luz de esa creencia: ( 2 corintios 5:17) “De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas”
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Conocerlo
día a día por experiencia personal, no sólo como su salvador sino como
su Señor. (Job 42:6) “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven”
* Tomado del libro "Plenitud en el Matrimonio" escrito por Henry Espitia y Nancy Caceres (2016). Editorial Buena Semilla. Bogota (Colombia)
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