CONSTRUYENDO MI VIDA
Cuando en nuestras vidas le damos a
Dios la posición que Él se merece todas las cosas empiezan a cambiar. Con
esta afirmación podremos llegar a pensar que la religión es la respuesta, pero
es totalmente lo contrario, la religión
nunca podrá ser la respuesta a los vacíos que tenemos en nuestro corazón.
La sociedad de nuestros países latinoamericanos es religiosa y sobre esta base
muchas familias han sido levantadas, pero los resultados han sido terribles ya
que la corrupción, la violencia, la perversión moral y muchos más problemas
inundan nuestro día a día. Entonces ¿Cuál es el futuro de nuestra sociedad?
Categóricamente tenemos que decir, “no muy prometedor”.
Por otro
lado es muy fácil juzgar a las personas que hacen daño de una manera abierta
como un asesino, un ladrón, un terrorista, etc. Pero es muy difícil mirar
nuestros corazones y ver que no somos mejores a ellos pues mentimos, engañamos,
somos infieles, no cumplimos nuestras promesas, etc. Tengo que confesar
(Henry), que yo era uno de ellos y siempre me sorprendía cuando veía ataques
terroristas, asesinatos, robos a mi nación, algunas veces las lágrimas corrían
sobre mis mejillas, pero no era así cuando mentía descaradamente o era infiel a
mi esposa, pues la religión nos enseña
que hay categorías de pecados, que podemos hacer obras para alcanzar el favor
de Dios, que el que peca y reza empata, que las consecuencias de mis
“pecaditos” van a ser mínimas y que la humanidad se divide entre los buenos y
los malos. “¡claro, nosotros estamos en el bando de los buenos!”. Las
preguntas aquí serian, ¿Por qué tengo tantos vacíos que no los han llenado nada
de lo que tengo, así aparentemente lo parezca?....
Si hasta aquí ustedes se han dado cuenta que deben
empezar a construir de nuevo sus vidas y que como base deben colocar al Dios
vivo y verdadero y no una religión, hemos avanzado (“la
necedad es alegría al falto de
entendimiento; más el hombre entendido endereza sus pasos” Proverbios 15:21).
Bien lo
dice el señor Jesucristo “yo no he venido a los sanos sino a los enfermos,
no he venido a los justos sino a los pecadores” (Mateo 9:9-13)
* Tomado del libro "Plenitud en el Matrimonio" escrito por Henry Espitia y Nancy Caceres (2016). Editorial Buena Semilla. Bogota (Colombia)
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