NO BUSQUES CONVENCERLOS
La filosofía se acrecienta
bajo sus propios planteamientos, no sirviendo al Señor, sino a la banalidad.
Pero el que confía en Jesucristo le sirve de corazón.
El sistema satánico que
gobierna el mundo no puede ser nuestra mayor preocupación, sino es la de desear
lo mismo que ellos.
“…el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer
físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros
logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo…” 1 Juan 2: 16 (NTV)
Los deseos que provienen de
lo que vemos y tocamos, que buscan satisfacer, en últimas, nuestro propio ego,
no provienen de Dios sino del mundo y el mundo pasa, con sus deseos, pero quien
es hijo de Dios permanece para siempre.
La persona que permanece en
integridad, firme en la fe y sirve al Señor, en verdad es hijo de Dios, porque
no sigue lo que el sistema dictamina sino lo que la ley del Señor dice. Nos
gustaría que este mismo sentir lo tuvieran todos, pero la realidad es que
muchos han rechazado esta preciosa verdad, prefiriendo vivir en rebeldía a
Dios.
La forma de debatir del mundo
proviene del diablo, pero la manera que enseña el mensajero de Dios emerge de
la fe en la Palabra de Dios. Es esta la razón por la que resulta imposible
llegar a un acuerdo común con un inconverso, llevándonos a la conclusión de que
no estamos para convencer a nadie sino tan solo para compartir un mensaje, el
mensaje del evangelio, sea que le guste o no al receptor, nuestra tarea es ser
fiel a Dios, siendo leal a su Palabra.
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