SOLEDAD

¿Por qué será que las personas a pesar de estar en compañía se sienten en soledad, pensando que su vida no tiene sentido? Te has preguntado: ¿Qué hago en este mundo?, ¿porque existo? Tienes un vacío tan profundo que necesitas llenar, entonces consideras como solución: el alcohol, fiestas, drogas, mujeres, hombres, buenas obras, pero lamentablemente terminas mal. Puede ser que “la pases bien” pero cuando no están  ¿Cómo te sientes? Es posible que caigas en la misma situación o incluso peor que antes.

La soledad es el estado natural del pecador. Dios aborrece el pecado, por eso ningún hombre, en su estado natural, puede acercarse a Dios. Jesucristo vino a nosotros para darnos salvación. Él nos trajo salvación cuando se hizo pecado por amor a nosotros sin cometer ningún pecado. Fue en la cruz el momento en que Jesucristo se separó, por primera vez, del Padre por amor a nosotros, experimentando la soledad.

“Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

Mateo 27: 46 (RVR 1960) 

Jesucristo estaba solo en la cruz, cargando con los pecados de todo el mundo. Antes de esto, cuando Jesús estaba orando en Getsemaní, sabía que el Padre lo iba a desamparar porque cargaría las tristezas, las mentiras, los homicidios, las rebeldías… de toda la humanidad, por eso dijo: “Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Fuera  de las humillaciones y torturas esta fue la parte más difícil, el separarse de su Padre.

¡He aquí El Cordero inmolado que quita el pecado del mundo! , no solo murió, también resucitó al tercer día y aunque se separó de Dios Padre ahora está sentado a su diestra. El hizo todo esto para que no vivieras más en soledad.

Pídele perdón a Dios para que Él te perdone. Si aún no lo has hecho, arrepiéntete de tus maldades para que el Santo Espíritu de Dios venga a tu vida. Reconoce a Jesucristo como tu Señor y Salvador para hallar la vida eterna.