SEXUALIDAD EN LA JUVENTUD
El
supuesto amor entre muchos es el engaño que ha llevado cautivo a jóvenes a
cometer actos vergonzosos aun de mencionar. Hoy día vemos personas que
justifican sus acciones por medio de su cultura, como es la poligamia entre los
náhuatl.
Hay
distintas sectas, doctrinas o religiones que han llenado de pecaminosidad la
mente de muchos. Los llamados “niños de Dios” son una de las tantas sectas que
ha cauterizado la conciencia de muchos.
Dios
estableció mandamientos en su palabra NO para hacernos daño, sino por el
contrario, para que nos fuera bien en todo lo que hiciéramos (Josué 1:9).
“Hijo mío, guarda mis razones,
Y atesora contigo mis mandamientos.”
Y atesora contigo mis mandamientos.”
Proverbios 7:1 (RVR 1960)
Dios
nos dio el siguiente mandamiento: “no adulteraras”, esta ordenanza para muchos
es dificultosa cumplirla y para otros es imposible. Luego Jesucristo nos la
pone más difícil diciendo “cualquiera que
mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
(Mateo 5:28), ¿has cumplido este mandamiento? Nadie hay bueno sino Dios. La
única manera de cumplir los mandamientos que Dios ha dejado a la humanidad es
por medio de Jesucristo.
Dios
busca seguidores voluntarios y por lo tanto no te obliga a cumplir su Palabra.
Es tu decisión seguir en la perdición o arrepentirte ante Dios. Recuerda que
cada decisión tiene una consecuencia, por lo tanto, te aconsejo que asegures
bien tu futuro viviendo tu presente conforme a la voluntad de Dios.
“Guarda mis mandamientos y vivirás,
Y mi ley como las niñas de tus ojos.
Y mi ley como las niñas de tus ojos.
Lígalos a tus dedos;
Escríbelos en la tabla de tu corazón.
Escríbelos en la tabla de tu corazón.
Di a la sabiduría: Tú eres mi
hermana,
Y a la inteligencia llama parienta;
Y a la inteligencia llama parienta;
Para que te guarden de la mujer
ajena,
Y de la extraña que ablanda sus palabras.
Y de la extraña que ablanda sus palabras.
Porque mirando yo por la ventana de
mi casa,
Por mi celosía,
Por mi celosía,
Vi entre los simples,
Consideré entre los jóvenes,
A un joven falto de entendimiento,
Consideré entre los jóvenes,
A un joven falto de entendimiento,
El cual pasaba por la calle, junto
a la esquina,
E iba camino a la casa de ella,
E iba camino a la casa de ella,
A la tarde del día, cuando ya
oscurecía,
En la oscuridad y tinieblas de la noche.
En la oscuridad y tinieblas de la noche.
Cuando he aquí, una mujer le sale
al encuentro,
Con atavío de ramera y astuta de corazón.
Con atavío de ramera y astuta de corazón.
Alborotadora y rencillosa,
Sus pies no pueden estar en casa;
Sus pies no pueden estar en casa;
Unas veces está en la calle, otras
veces en las plazas,
Acechando por todas las esquinas.
Acechando por todas las esquinas.
Se asió de él, y le besó.
Con semblante descarado le dijo:
Con semblante descarado le dijo:
Sacrificios de paz había prometido,
Hoy he pagado mis votos;
Hoy he pagado mis votos;
Por tanto, he salido a encontrarte,
Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
He adornado mi cama con colchas
Recamadas con cordoncillo de Egipto;
Recamadas con cordoncillo de Egipto;
He perfumado mi cámara
Con mirra, áloes y canela.
Con mirra, áloes y canela.
Ven, embriaguémonos de amores hasta
la mañana;
Alegrémonos en amores.
Alegrémonos en amores.
Porque el marido no está en casa;
Se ha ido a un largo viaje.
Se ha ido a un largo viaje.
La bolsa de dinero llevó en su
mano;
El día señalado volverá a su casa.
El día señalado volverá a su casa.
Lo rindió con la suavidad de sus
muchas palabras,
Le obligó con la zalamería de sus labios.
Le obligó con la zalamería de sus labios.
Al punto se marchó tras ella,
Como va el buey al degolladero,
Y como el necio a las prisiones para ser castigado;
Como va el buey al degolladero,
Y como el necio a las prisiones para ser castigado;
Como el ave que se apresura a la
red,
Y no sabe que es contra su vida,
Hasta que la saeta traspasa su corazón.
Y no sabe que es contra su vida,
Hasta que la saeta traspasa su corazón.
Ahora pues, hijos, oídme,
Y estad atentos a las razones de mi boca.
Y estad atentos a las razones de mi boca.
No se aparte tu corazón a sus
caminos;
No yerres en sus veredas.
No yerres en sus veredas.
Porque a muchos ha hecho caer
heridos,
Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.
Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.
Camino al Seol es su casa,
Que conduce a las cámaras de la muerte.”
Que conduce a las cámaras de la muerte.”
Proverbios 7: 2-27 (RVR 1960)
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