NUESTRAS OBRAS EN SÍ MISMAS SON BASURA
Muchas veces queremos ayudar a este país pero
no sabemos cómo. Buscando el cómo tomamos ejemplos, como la madre Teresa de
Calcuta, y nos creemos los salvadores del mundo, pero es necesario que
reconozcamos que no es así como Dios quiere que ayudemos al mundo. Otros
encuentran que la mejor forma de ayudar es a través de discursos y nuevas
ideologías como la marxista, socialista, comunista, fascista, nazista o
capitalista pero no es esta ayuda la que el mundo necesita. Entonces ¿Cómo
puedo ayudar?
Isaías sabía muy bien que lo que el hombre
hacía de nada le servía.
“!
Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen
los montes, como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las
aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones
temblasen a tu presencia! Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca
esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti. Ni nunca oyeron,
ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el
que en él espera. Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia,
de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque
pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser
salvos? Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras
justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y
nuestras maldades nos llevaron como viento. Nadie hay que invoque tu
nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de
nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos
formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros. No te enojes
sobremanera, Jehová, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí, mira
ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.”
Isaías
64: 1-8 (RVR 1960)
Nuestro obrar nunca es bueno delante de Dios
porque el pecado mora en nuestros corazones desde nuestro nacimiento. Ni una
persona busca al verdadero y único Dios. La pregunta de ¿Cómo puedo
ayudar? Es sencillamente inútil para
quien no cree en Jesucristo, por cuanto las obras, en sí mismas, son vistas
como trapos de inmundicia delante de Dios.
“Mas
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó
de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais
pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais
alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
1
Pedro 2: 9-10 (RVR 1960)
La mejor forma de ayudar al mundo o, mejor
dicho, lo mejor que podemos hacer es obedecer a nuestro Dios. Simplemente
dejémonos moldear por El. Dios no nos necesita, no somos indispensables para El
pero nosotros si lo necesitamos porque solo en El hay salvación, hay vida
eterna, hay palabras de amor.
Humíllate ante Dios para que su Obra te salve,
ruega misericordia de El para que te perdone de todos tus delitos. Antes de
obrar bien, piensa bien, que para Dios tus obras son inmundas si no le has
reconocido como el Salvador, Señor y Creador de tu vida.
Comentarios
Publicar un comentario