NO TENGO TRABAJO


Trabajar es una ocupación retribuida, pero la retribución no es necesariamente con dinero. La ocupación retribuida sin dinero será la mejor retribución de todas si en verdad el trabajo es para Dios.
No puedes pensar que no tienes trabajo porque hay mucho por hacer. Tenemos que trabajar pero no para esta vida sino poniendo nuestra mirada en la vida eterna.
“Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.” Juan 6: 27 (NVI)
No significa que nuestras obras puedan salvarnos, ni que sirviendo al Señor llegaremos al cielo sino que en Jesucristo debemos tener toda nuestra esperanza.
“— ¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? —le preguntaron.
—Ésta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.” Juan 6: 28-29 (NVI)
Creer en Jesucristo es la fe de Dios que nos lleva a la vida eterna. La vida eterna es el regalo de Dios para con todo aquel que cree en Jesucristo como su Señor y su Salvador (Juan 3:15-16).
“Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo;
    llámenlo ahora, mientras está cerca.
Que los malvados cambien sus caminos
    y alejen de sí hasta el más mínimo pensamiento de hacer el mal.
Que se vuelvan al Señor, para que les tenga misericordia.
    Sí, vuélvanse a nuestro Dios, porque él perdonará con generosidad.
«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—.
    Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.
Pues así como los cielos están más altos que la tierra,
    así mis caminos están más altos que sus caminos
    y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.”
Isaías 55: 6-9 (NTV)
Los pensamientos del Señor no son los mismos del hombre, por más bueno que parezca, sino son eternos y verdaderos, son pensamientos de bien y no de mal. Dios tiene compasión del hombre que en verdad se arrepiente y cree en Jesucristo.
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Juan 3: 36 (RVR 1960)
Cree en el Hijo y veras la vida eterna, pero niega creer en El y permanecerás eternamente bajo la ira de Dios.
Si en verdad eres nueva criatura entonces el Espíritu Santo te da seguridad, por medio de su Palabra, de tu salvación. Y el trabajo que nunca perderás es el de servir a Dios con todo tu corazón, por lo tanto: ¡si tienes trabajo! (lea 2 Pedro 2: 1-9), y más que un trabajo es un privilegio: servir a tu Señor con todo lo que eres.
“En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.” Hebreos 11: 6 (NVI)
Cuando nosotros obedecemos a Dios, buscando agradarlo por medio de la fe, entonces entenderemos que no debemos andar desordenadamente sino según la enseñanza que recibimos de su Palabra. La Palabra nos enseña y nos ordena a trabajar, pero “si alguno no quiere trabajar que tampoco coma”.


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