LA IRA QUE ES PECADO
“Airaos,
pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo.” Efesios
4: 26-27 (RVR 1960)
El Señor nos enseña, en este versículo, que
airarnos no es problema sino el dejarnos controlar por la ira. No somos de
piedra, podemos llegar a enojarnos, pero recordemos en esos momentos no
permitir que eso nos haga pecar.
La ira es pecado cuando dices malas palabras
(lea Efesios 4:29), gritas e insultas a los demás, deshonras el nombre de Dios…
no obedeciendo la voz del Espíritu Santo. Esta ira es en la que comúnmente
pueden llegar a caer, por lo tanto
“Dejen
de estar tristes y enojados. No griten ni insulten a los demás. Dejen de hacer
el mal.” Efesios 4: 31(TLA)
No debemos enojarnos entre nosotros, no
debemos atacarnos entre hermanos en Cristo, sino debemos ser buenos y
compasivos los unos con los otros, perdonándonos, así como Dios nos perdonó por
medio de Cristo. Y si nos vamos a enojar que sea contra el pecado, contra lo
que deshonra el nombre de Dios, como lo hizo Elías ante el pueblo que estaba
deshonrando el nombre de Dios al dar culto a baal (lea Reyes 18), porque esa es
la única ira que al Señor le agrada.
La ira nos puede llevar a contender, a
contraponer opiniones, que nos llevaran al pecado si son sobre cuestiones
necias e insensatas. Como por ejemplo, discutir por la comida, por si es o no
bíblico dar diezmos en la iglesia, por si este o aquel es mejor o peor, etc. No
debemos darle al diablo oportunidad para tentarnos, más bien dejemos sepultado
al viejo hombre consumido por sus propios pecados. Por ejemplo, si antes eras
ladrón, debes dejar de robar y, trabajar bien con tus propias manos, porque así
tendrás dinero no solo para ti sino para ayudar a las personas necesitadas.
“Amados,
por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común
salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis
ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.”
Judas 1: 3 (RVR 1960)
Debemos contender ardientemente por la fe que
nos ha sido dada, pero no ser polemistas.
“Porque
el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto
para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen,
por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y
escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.” 2
Timoteo 2: 24-26 (RVR 1960)
La ira que es pecado es la que nos lleva a
contender por absurdeces, por bobadas, pero la que en verdad es controlada por
el Señor nos lleva a contender ardientemente por la fe que nos ha sido dada,
sabiendo que no peleamos contra personas como nosotros, sino
“contra
espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su
poder en el mundo actual” Efesios 6: 12 (TLA)
Por lo tanto pongámonos y protejámonos con
toda la armadura de Dios que nos enseña Efesios 6: 10-20. Y no te olvides de
orar constantemente no solo por ti sino también por quienes formamos parte del
pueblo de Dios, para que el Señor nos de valor para contender ardientemente por
la fe que nos ha sido dada, para que con ni ningún temor anunciemos el
evangelio, la buena noticia de salvación.
Comentarios
Publicar un comentario