HASTA LOS DEMONIOS CREEN EN DIOS
Servir a Dios no te hace hijo de Dios porque
hasta satanás tiene que servir a Dios y, no solo eso, sino también adorarlo
(Mateo 4: 10). La verdadera diferencia entre un hijo de Dios y un no hijo de
Dios es la fe de Jesucristo.
La fe en Jesucristo no solo es creer en la
existencia de Jesucristo, ni en que Jesucristo es Dios, sino es tener
convicción genuina por el Espíritu Santo en que solo por medio de la muerte,
sepultura y resurrección de Jesucristo, puede reconciliarse con Dios. Esta fe
no proviene del hombre sino de Dios porque:
“Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios” Efesios 2: 8 (RVR 1960)
La EVIDENCIA de que en verdad tienes fe no
consiste en leer la Biblia, ni en escuchar sermones cristianos o en leer libros
como este, sino está en tus obras, porque la fe sin obras es muerta. No es
verdadera fe aquella que no obra, porque la verdadera fe produce un cambio
total en la vida de la persona, no es guiada por emociones sino por verdadera
convicción en Jesucristo.
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno
dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o
una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y
alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais
las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la
fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y
yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis
obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y
tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No
fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo
Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que
la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham
creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente
por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras,
cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el
cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.”
Santiago
2: 14-26 (RVR 1960)
La convicción en Jesucristo es por el oír la
Palabra de Dios, creyendo que es verdad lo que Dios dice. Si en verdad le crees
a Dios entonces harás lo que Él dice, pero si no haces lo que Dios manda ¿Por
qué dices que le crees?
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