GENERACIÓN DE ORGULLOSOS
El hogar de esta generación está siendo dominado
por el orgullo, mas no por el amor. El orgullo, en grado de soberbia, se
manifiesta en la rebeldía, grosería, irrespeto, y autoritarismo.
Es muy común y lamentablemente “normal” ver a
un niño gritando a sus padres, y los padres en vez de corregirle se irrespetan
entre ellos. Los niños ya no tienen
corrección de sus padres, porque no hay padres en esta generación, debido a que
no han sido enseñados a ser verdaderos padres.
La tolerancia que se predica en las calles es
la tolerancia a la maldad porque solo se habla de aceptar lo depravado de este
mundo dejando a un lado el manual de vida que nos dejó nuestro Creador. Cuando
este pueblo se humille ante Dios y, crea que Jesucristo fue enviado por el
Padre para salvar a esta generación, entonces podremos alegrarnos en la
Salvación que nos ofrece el Señor.
La moralidad que ha hecho a muchos hipócritas,
nos ha llevado a la confusión de la verdadera dirección que debe seguir la
humanidad. No podemos hacer lo bueno si somos malos porque solo los buenos
pueden hacer cosas buenas por lo tanto seriamos hipócritas porque estaríamos
haciendo algo que no nace de nuestro corazón.
“El
hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo,
del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón
habla la boca.” Lucas 6: 45 (RVR 1960)
Jesucristo vino a cambiar el corazón del
hombre, es decir su interior, sus deseos, sus pensamientos, en conclusión, vino
a darnos nueva vida por medio de su muerte, para que podamos morir a nuestros
vanos deseos, por medio de su sepultura, para que podamos sepultar a nuestro
hombre lleno de maldad, y por medio de su resurrección, para que podamos
disfrutar de una nueva vida en El. La Salvación es un gran misterio que es
revelado a quienes creen por fe en el regalo de la vida eterna que Dios nos ha
otorgado.
Jesucristo fue acusado por una generación como
la nuestra: llena de individuos que solo se interesan por sí mismos. Jesucristo
después de haber sanado a un endemoniado, ciego y mudo, es decir, después de
haber sanado lo peor para la generación de ese entonces, y en un día donde la
gente menos se interesaba por los demás, el día sábado, sabiendo los pensamientos de los maestros de
la ley, los hombres religiosos que solo aparentaban una vida que no existían en
ellos, les dijo:
“¡Generación
de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la
abundancia del corazón habla la boca.”
Mateo 12: 34 (RVR 1960)
Actualmente está
ocurriendo lo mismo, hay muchos hombres que se hacen llamar a sí mismos
seguidores de lo bueno cuando realmente en su corazón solo hay maldad, orgullo,
soberbia y narcisismo. La Ley, los mandamientos, no fueron traídos para que los
cumpliéramos sino para que comprendiéramos nuestra imperfección, nuestra maldad
y por lo tanto la necesidad de ser totalmente renovados por nuestro Creador. Si
aún sigues pensando que tus obras son suficientes para vivir entonces haces
parte de la generación de orgullosos porque no has reconocido la porquería que
eres sin Cristo como tu Señor.
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