EN CONTRA DEL SISTEMA


El modelo del mundo que invade los corazones de muchos está fundamentado en lo que hace años planteo Maquiavelo “el fin justifica los medios”. Religiosos, sectarios o filósofos, por conseguir más gente en su camada, han llevado a cabo medios pecaminosos y destructibles que es triste aun de mencionarlos.
No permitamos que las clasificaciones que ha atribuido el hombre a la humanidad llenen nuestras cabezas y, mucho menos, las compartamos y enseñemos a otros. Más bien reprendámosla, no permitiendo que este tumor se siga expandiendo. Seamos felices con lo que tenemos ahora confiados siempre en Dios. No nos entristezcamos por el deseo engañoso de querer ser diferentes, de tener otros dones, comparándonos con modelos creados por nuestra propia imaginación e influenciados por el sistema, porque son el resultado de la acción de un mundo que ha destruido los fundamentos, buscando que el hombre no este conforme con quien es, con lo que tiene y, por lo tanto, debe hacer más para ser más feliz. Esta es una absurda idea que debe ser enfrentada por quienes seguimos a Jesucristo. Jesús nos enseñó sobre el amor, ese amor que rompe toda estructura e idea humanista. Por lo tanto, estemos seguros que si esperamos confiadamente en Dios, procurando cumplir sus mandamientos, nos enfrentaremos a este sistema, siendo acusados por ellos, pero al final la victoria nos la dará el Señor.
“No te impacientes a causa de los
malignos
Ni tengas envidia de los que hacen maldad,
Porque como hierba serán pronto
cortados
Y como hierba verde se secaran.
Confía en Jehová y haz el bien;
Habitaras en la tierra y te apacentaras de
la verdad.
Deléitate asimismo en Jehová
Y él te concederá las peticiones de tu
corazón”.
Salmos 37:1-4 (RVR 1960)
Hay una organización que está dirigiendo la vida de muchos. Controla medios de comunicación, publicidad, películas, canciones, costumbres y hasta vocabulario. Sin darnos cuenta actuamos como lo habían planeado pero es hora de hacer resistencia e impedir que nos sigan dañando nuestra mente con absurdos y vanos pensamientos. Este sistema es controlado por el diablo, aunque ellos piensan que no es así, pues son esclavos que no ven ni oyen. Estos títeres del diablo dirigen naciones, son líderes populares, religiosos que con sus muchas palabras cautivan a multitudes enteras. David, un hombre conforme al corazón de Dios, en medio de la persecución por este sistema, dijo:
“Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?”
Salmo 11:3 (RVR 1960)
David no huyo del sistema, no huyo de la persecución sino la enfrentó confiado en Dios. David venció al final porque esperó confiadamente en Dios. Daniel enfrentó al sistema y a sus absurdas leyes dándole adoración completa a Dios y fue llevado a los fosos de los leones, pero al final venció, y Dios fue exaltado y el sistema arruinado.

El que vive confiadamente en Dios se enfrentara a este sistema pero quien persevere hasta el final vencerá. Nosotros somos más que vencedores en Jesucristo, por lo tanto, vamos en contra del sistema y cada vez con más fuerza, sabiduría y prudencia, buscando agradar primeramente a Dios.

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