DÉBILES PERO FUERTES EN JESUCRISTO


Como hombres seguimos siendo frágiles, débiles en todo momento, pero si en verdad hemos seguido a Cristo recibiremos fuerzas de Dios. La depresión, tristeza, ansiedad, y constante lucha contra el pecado, es el conflicto que tendremos que enfrentar cada día, porque mientras seguimos en el camino de Dios un muerto esta sobre nosotros. Ese muerto es el pecado, el mundo, los deseos de la carne, y cualquier cosa semejante.
Los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte. Por la muerte de Jesucristo hemos muerto al pecado, y por su resurrección tenemos vida para con Dios.
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.” Romanos 6: 11 (RVR 1960)
Aun así, mientras estemos en este mundo no es posible vivir sin pecado porque aún tenemos un cuerpo corruptible, pero el Espíritu Santo provee lo necesario para la victoria sobre el pecado (Gálatas 5:16-25; Efesios 4:22-24; Filipenses 3:12; Colosenses 3:9-10; 1 Pedro 1:14-16; 1 Juan 3:5-9).
Caer en la tentación, no hacer el bien, ser cómplice de la maldad, es el pecado que aún sigue en nosotros, pero como el Señor dijo a Caín:
“¿Por qué te ves tan decaído? Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo”
Génesis 4: 6-7 (NTV)
La victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte, es la única que nos puede dar victoria frente a las tentaciones, la maldad y nuestros deseos engañosos. Cuando el pecado quiera atraernos miremos a Jesucristo para que Él sea controlando nuestros deseos a fin de hacer lo correcto.
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Hebreos 12: 2 (RVR 1960)

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