UN AÑO MÁS
Las festividades como la
navidad, el año nuevo o el cumpleaños, nos hacen pensar en el tiempo. En ese
tiempo que nos hace envejecer, crecer, debilitar y fortalecer.
A todos nos gustaría no morir
y aunque ese fuera nuestro único deseo, todos, algún día, moriremos. El año que
ya terminó no volverá y no sabremos si viene uno más, por lo tanto de lo único
que podemos disfrutar es del ahora. Si miramos atrás que sea solo para
agradecerle a Dios, porque si deseamos el pasado no podremos avanzar hacia
adelante.
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del
cielo tiene su hora” Eclesiastés 3: 1 (RVR
1960)
Cada minuto y cada segundo
tienen un espacio diferente en nuestra vida. No podemos acelerar el tiempo sino
solo esperar en esos tiempos que ya fueron diseñados para nosotros.
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas.” Efesios 2: 10 (RVR 1960)
En Jesucristo fuimos hechos
nuevas criaturas que viven en un tiempo diferente al resto de personas, porque
nuestro tiempo ya no es nuestro debido a que está en las manos de Dios. Es en
la guía del Todopoderoso que podremos vivir bien, sin importar cuán difícil sean
los tiempos, y aunque los años pasen y sintamos estar más cerca de la muerte
entenderemos que estamos más cerca a la meta que es Jesucristo, porque en Él está
nuestra esperanza.
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