No hurtarás


El acto de hurtar, es el mismo de robar, que es tomar bienes ajenos sin el consentimiento del dueño, es decir adueñarse de lo que no le pertenece. Y pecamos, cuando no pagamos nuestros impuestos, nuestras deudas, porque aunque las autoridades que gobiernan no lo hagan bien debemos someternos a estas porque por Dios son constituidas, entonces ¿no hemos robado? ¿No nos hemos colado en Transmilenio? ¿Hemos pagado nuestras deudas? ¿Nuestros impuestos?

El que no está con Dios, aquel que es un títere y un emisario del diablo, tiene como propósito en su vida “hurtar, matar y destruir”, como dice Juan 10: 10, pero Jesucristo vino a darnos verdadera vida.

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