DE ESCLAVOS DE SATANÁS A SIERVOS DE DIOS
Los esclavos no reciben
salario alguno de lo que hacen, sino solo azotes y desprecio. En un tiempo
atrás nosotros éramos tratados miserablemente por satanás, pues él era nuestro
amo y nosotros le servíamos como si fuéramos propiedad de él, olvidándonos por
completo del que debiera ser nuestro Señor, nuestro mismo Creador.
La servidumbre en la época del
feudalismo, a diferencia de la esclavitud, daba mayor dignidad al hombre, pues
el siervo recibía una tierra para trabajar. La palabra servicio viene de este
acto en el que un campesino trabajaba para su señor, estando conforme con lo
que le daba su amo.
“Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos
con esto” 1 Timoteo 6: 8 (RVR 1960)
Un siervo de Dios no piensa
como los esclavos de satanás, pues mientras ellos son tratados
como basuras nosotros somos vistos como hijos por nuestro Señor. Por lo tanto,
si podemos estar contentos con el sustento y el abrigo, pues Dios nos ha dado
algo aún mejor que lo material y es la salvación para vida eterna.
El entregar nuestra vida a este mundo,
haciendo lo que le desagrada a Dios, nos hace esclavos, no en libres. Mas esa
esclavitud que nos hace sentir como miserables fue pagada por Jesucristo a
precio de sangre para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida
eterna. Así que si creemos en Jesucristo ya no somos esclavos sino hijos de
Dios.
“Así
que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por
medio de Cristo” Gálatas 4: 7(RVR 1960)
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