ME ESCOGISTE ANTES DE NACER
El tema del aborto y de los
hijos “no deseables” queda totalmente resuelto cuando creemos en que Dios nos
escogió aun antes de nuestra concepción. Es que es hermoso saber que aunque en
los planes de nuestros padres no estábamos en los de Dios sí.
“…El Señor me llamó antes de que yo naciera, en el vientre
de mi madre pronuncio mi nombre” Isaías
49: 1 (NVI)
En el antiguo Israel, como en
las demás naciones de la antigüedad, no era posible saber si era niño o niña él
bebe cuando la mujer estaba embarazada, por lo tanto el nombre del bebe se lo
ponían en el momento en que la madre daba a luz. Pero Dios si sabía quién había
de nacer, porque Él fue quien los creó, por lo tanto solo Dios tiene potestad
sobre el hombre.
El salir del vientre de la
madre es un completo milagro, porque hay una serie de adversidades y, aun mas
en nuestros tiempos, en el momento del nacimiento. Por lo tanto es una causa de
gratitud a Dios el que naciéramos. Pero existe una causa aun mayor por la que
debemos estar agradecidos con Dios y es que él nos llamó antes de nacer.
El llamamiento de Dios o la
elección divina no es exclusiva, es decir que para unos si y para otros no,
sino es totalmente inclusiva, porque hemos sido llamados todos, desde antes de
nacer, a servir a Dios como luz para las naciones a fin de llevar su salvación
hasta los confines de la tierra (Isaías 49: 6). El problema en el llamado que
Dios nos hace es que el pecado no nos permite escuchar su voz, por lo tanto es
necesario que el Señor nos transforme desde adentro, a fin de poder ser partícipes
de su eterna salvación.
La gratitud a Dios por darnos
vida debe ser un constante reflejo en nuestro obrar, porque así como tu
nacimiento fue un milagro de Dios, el nuevo nacimiento también lo es. No existe
mayor milagro que la vida.
“Te alabo, Señor, porque me escuchas,
y porque me das tu salvación”
y porque me das tu salvación”
Salmos 118: 21 (RVC)
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