LA IDOLATRÍA ES COMO LA PROSTITUCIÓN



En el recorrer de los años los hombres se han ido inventando sus propios dioses conforme a su torpe corazón les ha guiado, olvidándose por completo del Creador del universo. Pero no nos engañemos, en verdad el hombre no quiere acordarse de su Señor, porque solamente busca alcanzar las vanidades de este mundo, como es el dinero, la fama y una moralidad totalmente corrompida por el pecado. Es por tal razón que han formado sus propios ídolos hechos a imagen de corrupción.
“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.”
Isaías 44: 9 (RVR 1960)
El pueblo de Israel fue advertido por el Señor, varias veces, contra la idolatría de pueblos como Canaán, quienes se habían entregado a la insensatez de su necio corazón y, fue por causa de la paganismo que el Señor entregó a Canaán en manos del pueblo de Israel. Pero Israel debido a su obstinación también pecó contra su Señor, no dándole la gloria que merecía sino deshonrándolo al adorar a imágenes de talla, por lo tanto Israel recibió condenación por el mismo Señor (lea Isaías 57 y Ezequiel 23).  La idolatría no es solo comparada con la obstinación sino también como prostitución.


Los dioses que han sido inventados por los hombres son demasiados pero solo hay un Dios verdadero. Él es el único que merece toda la honra. Dios es REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES (Apocalipsis 19: 16), por lo tanto toda la creación quienes están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, deben temerle, adorarle y servirle, aun el mismo satanás
“Temerás sólo al SEÑOR tu Dios; y a El adorarás...” Deuteronomio 6: 13 (LBLA)
“Entonces Jesús le dijo: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: AL SEÑOR TU DIOS ADORARAS, Y SOLO A EL SERVIRAS.” Mateo 4: 10 (LBLA)

La prostitución es tener relaciones sexuales con alguien a cambio de dinero, así ocurre con la idolatría, porque el idolatra sirve a falsos dioses a cambio de la ilusión de las vanidades de este mundo. Pero quien sirve al Dios verdadero, se someterá a su Palabra porque reconoce su necesidad de Él, por lo tanto no va en busca de la banalidad sino de la eternidad con su Señor. El pueblo de Israel era dirigido por el mismo Señor, ellos eran como una esposa que Dios había tomado para sí mismo, pero ellos le fueron infiel yéndose tras los ídolos.
“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
Juan 1: 11-12 (RVR 1960)
El Señor Jesucristo fue a su pueblo, pero ellos lo desecharon y, aun, hoy en día, este pueblo no reconoce a Jesucristo, debido a su obstinado corazón que sigue confiando en leyes humanas antes que en la gracia de Dios. Ahora la promesa de ser llamados hijos de Dios es para todos, sin acepción de personas, que creen en Jesucristo y confían en Dios. Nuestras naciones tienen una historia encaminada por la idolatría, pero podemos cambiar esta historia si nos humillamos ante el Señor dejando atrás todo aquello que le desagrada a Él.
“Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.” 1 Corintios 10: 14 (RVR 1960)
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” Colosenses 3: 5 (RVR 1960)



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