LA NATIVIDAD DE JESUCRISTO
En las fechas del 24 por la noche y 25 de diciembre
conmemora la religión católica La Natividad de Jesucristo. Aunque la fecha aún
se discute y el origen de esta fiesta proviene de una religión pagana debemos
aprovechar estos días para reflexionar sobre nuestra vida y la vida de
Jesucristo.
Jesucristo es notoriamente un revolucionara que no
solo dividió la historia de la humanidad en dos (a.C. (antes de Cristo) y d.C.
(después de Cristo)) sino aún sigue transformando vidas alrededor del mundo
dando vida nueva. Su nacimiento fue tan importante como su muerte, sepultura y
resurrección porque el evangelio es la vida de Jesucristo en este mundo dada al
hombre a través de su muerte, sepultura y resurrección. El Cordero inmolado
pagó el precio de nuestros pecados al redimirnos con el fin de que obtengamos
la salvación de la condenación que por justicia merecíamos.
Cuando la estrella en Belén estaba resplandeciendo las
escrituras se estaban cumpliendo porque de esta pequeña tierra nacería el
Libertador. Belén fue la tierra de los corderos porque en este pequeño lugar
nacían los corderos que el pueblo ofrecía a Dios por perdón de sus pecados. Mas
Jesucristo nació en este lugar como el Cordero de Dios para perdón de todos los
pecados, una vez y para siempre. Jesucristo vivió como el Cordero de Dios sin
mancha del pecado mientras estuvo entre nosotros y murió como Cordero sin decir
ni una palabra. Su muerte significa nuestra muerte al pecado, mas su
resurrección nueva vida en El. No es útil ni significativo para tu vida saber
que Jesucristo nació en Belén de Judá para morir por tus pecados si aún no has
nacido de nuevo. Debes entender que tu vida es inútil sin Cristo como tu
Redentor, sin el Espíritu como tu Consolador, sin el Padre como tu Padre
Celestial. Jesucristo aunque vivió entre nosotros como Cordero y de esa misma
manera murió, ahora vive porque resucitó al tercer día para ascender a los
cielos y sentarse a la diestra del Padre a fin de interceder por nosotros, mas
en su segunda venida no vendrá de nuevo como Cordero sino como León para
devorar a todo aquel que no cree en El.
Créele a Dios antes que sea demasiado tarde y no halla
remedio para ti. No seas insensato y obedécele. Deja de ser tan necio alabando
ídolos que tienen oídos mas no oyen, boca mas no hablan, pies mas no caminan.
Mas si estás seguro, por la seguridad que el Espíritu Santo te ha dado, de
salvación entonces aprovecha bien el tiempo adorando a tu Señor con todo lo que
eres, sientes y piensas. Espera en el Señor porque si verdaderamente has
confiado en El guardando su Palabra entonces él te exaltara dándote por heredad
la tierra.
Navidad no es una fiesta para regalarte a este mundo
sino para entregarte a Dios. No celebres la Navidad como lo has hecho todos
estos años sino haz la diferencia este año y entrégale toda tu vida al que es
digno. No creas el engaño de “que emborracharse, fornicar, engañar o robar una
vez al año no hace daño” porque realmente hace más daño del que te imaginas. Es
repugnante ver a familias emborrachándose en esta época mientras los niños tan
solo quieren verdaderos padres, porque ser padre biológico es muy fácil pero
muy pocos son los verdaderos padres que enseñan la Biblia. Que esta Navidad sea
diferente para tu familia, para tu barrio, para tu nación y para quienes te
rodean, mas solo esto será posible cuando Jesucristo sea la base de tu hogar y
de tu propia vida.
Hermano o hermana que el Señor sea poniendo en ti
verdadera paz para disfrutar esta navidad agarrado de la mano del Señor.
Celebra no solo el nacimiento de Jesucristo sino también su vida, muerte y
resurrección porque en su muerte has muerto y en su resurrección vives hoy.
“Una
noche, un fariseo llamado Nicodemo, que era líder de los judíos, fue a visitar
a Jesús y le dijo:
—Maestro,
sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, pues nadie podría hacer los
milagros que tú haces si Dios no estuviera con él.
Jesús
le dijo:
Te
aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios.
Nicodemo
le preguntó:
¿Cómo
puede volver a nacer alguien que ya es viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en
el vientre de su madre?
Jesús
le respondió:
Te
aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino
de Dios. Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen
del Espíritu. No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo. El
viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su sonido, no sabes de dónde viene
ni a dónde va. Así también sucede con todos los que nacen del Espíritu.
Nicodemo
volvió a preguntarle:
¿Cómo
puede suceder esto?
Jesús
le contestó:
Tú
eres un maestro famoso en Israel, y ¿no lo sabes? Te aseguro que nosotros
sabemos lo que decimos, porque lo hemos visto; pero ustedes no creen lo que les
decimos. Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me
creerán si les hablo de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo,
sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre. Moisés
levantó la serpiente de bronce en el desierto, y del mismo modo yo, el Hijo del
hombre, tengo que ser levantado en alto, para que todo el que crea en mí
tenga vida eterna. Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a
mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que
tenga vida eterna. Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la
gente, sino para salvarla. El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será
condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por
no haber creído en el Hijo único de Dios. Y así es como Dios juzga: yo he
venido al mundo, y soy la luz que brilla en la oscuridad, pero como la gente
hacía lo malo prefirió más la oscuridad que la luz. Todos los que hacen lo malo
odian la luz, y no se acercan a ella, para que no se descubra lo que están
haciendo. Pero los que prefieren la verdad sí se acercan a la luz, pues
quieren que los demás sepan que obedecen todos los mandamientos de Dios.”
Juan
3
Como en nuestro nacimiento natural no contribuimos en
nada así mismo en el nacimiento del espíritu no podremos contribuir en nada
porque es obra únicamente de Dios.
¡En esta navidad celebra el nuevo nacimiento que todo
hombre puede obtener gracias a Dios!
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