PRIMERAMENTE DIOS
El
tener a algo o a alguien por encima de Dios se llama idolatría. La idolatría te
lleva a la confusión, a la tristeza, a la necedad, y finalmente a la soledad.
La
oración errónea es la consecuencia de prioridades invertidas en tu vida. El
ejemplo más clásico y repetitivo en esta posmodernidad es el noviazgo,
pareciera que el fin o la meta de todo el mundo fuera llegar a tener novio,
novia o de casarse, y de no tenerlo empieza la frustración, la depresión y la
desesperación a inundar las vidas de las personas. El hombre, por su naturaleza
pecaminosa, no ha sabido ser agradecido con su Creador sino le ha dado la
espalda prefiriendo hacer su propia voluntad antes que la de Dios. Cuando tus
sueños están por encima de la voluntad de Dios para tu vida entonces tienes las
prioridades invertidas, realmente no es Dios tu primer lugar sino son tus
pasiones, tus deseos. Aun en misioneros creyentes ha existido esta frustración
porque empiezan a desear un lugar tanto que cierran sus propios oídos a la
voluntad de Dios.
“¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre
vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros
miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada podéis
alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no
pedís. Pedís, pero no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros
deleites. ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en
enemigo de Dios.” Santiago 4: 1-4 (RVR 1995)
En
verdad es mejor que por medio de la oración no busquemos que el Señor se ajuste
a nuestra voluntad sino que todo nuestro ser (cuerpo, alma y espíritu) se
ajuste a la voluntad de Dios. Es necesario que comprendamos que necesitamos
hacer su voluntad porque esta es buena, agradable y perfecta. Y para amar su
voluntad en nuestra vida debemos amar su Palabra y amar a Dios sobre todas las
cosas.
Primeramente
Dios y lo demás es secundario debe ser el orden en tu vida. Este verdadero
orden te traerá paz aun cuando vengan las adversidades.
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